Los hermanos
Así decían, que allá en la tierra de uno no había para nada más que para aburrimientos y pobrezas. Y una religión lamentosa y represora. Por eso dicen que esto es como otra religión, pero más chida, porque es la de cada uno. Esto de las bandas y de la música y de rayar paredes. Desde las cumbias hasta el metal pesado. Uno se disfraza y se entrega. Se baña de pose o de ritmo dependiendo de dónde cada cosa vale más. Pero es que también dicen que es que allá se morían de hambre. A pero si más bien allá nadie se muere de hambre en cambio aquí si que te puedes morir de tristeza.
-Serán otras hambres.
-Ahh, si la única hambre que te veo en la cara es la de una morra pa cojer no seas.
-Pos si.
-No te preocupes guey que mi primo el que chambea llevando morras delivery a veces me invita a las entregas y me deja probar la mercancía. Aunque un par de ellas son sus viejas y con ellas no hay que meterse, solo si eres cliente.
-Cada una tiene tres chavitos suyos ¿no guey?
-Si, se las trajo de su pueblo, a una primero y después a la otra. Ellas a mí me lo cuentan todito ¿ves?. Como si fuera un confesor o un cura. Me ven inocente por esta carita que tengo ¿ves?. Las morras me piden con los ojos que las proteja. Aunque finalmente es a mí a quien terminan protegiendo ni sé de qué entre sus pechugas.
-No te me hagas guey que bien que ganas harta lana acompañando.
-Pos si mano. El acompañar a las morras delivery me deja cinco veces más lo que me daba llevar comida en Manhattan ¿ves?. Y eso era en bicicleta y esto es en coche.
-A no mames, así pues sí.
-El pedo es que esto es toda la noche y siempre hay que meterse unos pasecitos de coca para aguantarla y unas chelas para bajarla y estar atento a cualquier guey que quiera aprovecharse de la situación ¿ves?. Pero aunque yo esté chavito si sé como entrarle al business ¿ves? Y ya verás que dentro de poco tendré mi propio coche y mis propias morras.
-A ¿si? Y qué con la Gloria entonces.
-Pos a lo mejor la convenzo. ¿No ves que le pagan tres pesos cincuenta la hora en el Deli?. En cambio así de delivery al menos sacaría doscientos al día.
-Pero si ella es tu morra.
-Y seguirá siendo mía guey. O sino me devuelvo por la frontera y me enamoro a otra ruca y me la traigo. Así nuevitas están mejor. La Gloria ya lleva mucho tiempo aquí en el gabacho y está así como muy gringuita ¿ves? Que dice que le gustaría estudiar enfermería y esas cosas. Pero aunque a ella la trajeron bien chavita está igual que nosotros sin papeles osea que eso de estudiar está cabrón y mejor porque ya me viene también con esto de ponerse condones para todo cuando sus amigas tienen cada una dos hijos o más. Yo si estoy de acuerdo con ella en que hay que esperar por la lana, pero también ya mis amigos me dicen ¿pos que pasó? Aunque ahora ella está un poco más alivianada desde que traigo más lana a la casa ¿ves?. Porque cuando yo trabajaba doce horas diarias y llegaba tan cansado, lo único que la veía hacer era llorar. Dizque porque yo no le daba cariño. Además la veías caminando toda apretada por el barrio. Un par de veces me fui a a los golpes por andar todo encabronado con la chamba y con ella. Pero solo fueron dos veces si me acuerdo bien. Y ella se la ha pasado llorando meses y meses. Quién la entiende.
-Pos si mano. Ya ves que a mí la Rosa ni me fue a visitar al bote ahora que estuve ahí metido casi tres meses. Guey, si solo la asistenta social y tu fueron a verme. Y cuando salgo libre ahí la veo a la Rosa caminando con otro guey para su trabajo ¿ves?. Yo me sentía tan solo en el bote mano. Le escribí varias cartas, prometiéndole y soñándole. Hacía ejercicios todos los días para no extrañar ni pensar.
-Mira guey, no seas tan romántico que no sirve de nada. Vente conmigo a la nochecita a dar un paseito y a ver si te gusta el business. ¿Sale?.
-Orale mano.... Pero es que a mí me gusta cocinar ¿ves?
-Pero y la lana qué guey.
-Pos si mano, mi jefa está espera y espera su lanita y yo después de pagar esta fianza me he quedado sin un peso. Y encima sin chamba después de que me agarró la migra.
-Al menos sigues por acá guey.
-Si, bien que me ha costado todos mis ahorros. Y quién sabe hasta cuándo.
-No te preocupes mano que si te botan te hacemos regresar. ¿Sabes manejar pistolas?
-Allá en el rancho aprendí pa cuando había que defender el ganado de mi jefe.
-Ah, ¿ves? ya estás chido guey.
Y entonces se dieron un abrazo y se miraron a los ojos con ternura. No, solo se dieron la mano como Poblanos. Pues si, no eran especialmente tiernos. Uno si lo era más que el otro. Traía siempre esos ojos de niño abandonado. Eso era porque estaba todavía chavito y pocas mujeres lo habían besado. Bueno pero dicen que después los vieron irse juntos entre risas, palabrotas y pasos idénticos. Se compraron unas chelas en el Deli y se las fueron a echar al parque. Uno con el pañuelo y el otro con la capucha cubriéndoles las cabezas. Luego daban vueltas por el barrio en un coche gris y de lunas negras. Según dicen fue que esa noche bebieron mucho. Y que la morra que le gustaba a uno se vació de ternura por el otro. Le recordaba a un hijo que se le quedó en su pueblo. Seguro, pero entonces el primero enloqueció de celos intoxicados. Y nadie vio nada dicen. Solo escucharon gritos de hombre y llantos de mujer. Un par de disparos también dijeron otros. A no, según yo fue que se pasaron de coca. Y que ya muerto uno traía la estampita de la Virgen entre sus dedos secos. A mí me dijeron que era una navaja. Pero tenía estampada a la virgen en el mango. Pues no sé, yo solo escuché que estaban tumbados en la acera, unidos por sangre y agarrados de la mano. Ah, es que siempre se quisieron mucho. Ah, eso sí, eran como hermanos.
2 Comments:
que atrevido que sos! eso de la literatura es cosa seria, muuuy seria. necesitas leer mas, escribir mas y borrar mas... G lo tuyo no es el arte. a huevo ni los zapatos.
y de quien es el arte entonces?
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