Artichoke Lab

spring in winter

Tuesday, January 04, 2005

Hanna, una niña gringa de diez años le escribio a su madre un e-mail que parecia poema (en ingles). "Si hay algo que yo pregunte y realmente no quiera saber, no me lo digan o estare deprimida el resto de mi vida". Se referia a los rumores, bromas y molestias que los compañeros de colegio empiezan a hacer acerca del sexo. Se referia a esto mezclado con verdades sobre el diafragma de su madre, sobre la noticia chocante y curiosa de lo que es el sexo y lo que es el amor. Este año mi chico y yo cumplimos los treinta años de edad y siete años de andar juntos. Los ultimos tiempos nos enfrentamos al reto de la distancia, de la adultez, y de los lugares a los que nos hemos dado que ahora parece que nos hacen despertar de un sueño romantico y feliz en el que nos sumergimos a los 24. Ahora nos decimos verdades que duelen y que a la vez alivian. Ahora intentamos mantenernos vigilantes a lo que contradice la libertad de espiritu, de intelecto y de individualidad. Duele. Si duele crecer, no juzgar y no juzgarse, porque eso promueve el cambio constante, el abrir la mente y el corazon. Hanna acaba de descubrir lo terrible de la vida, el eterno conflicto entre querer saber y arriesgar y el no querer saber mas de lo comodamente sabido por miedo a sufrir, cambiar, perder algo. Yo creo ahora que la tristeza viene a ser el mejor abono para la felicidad y ya no creo que la felicidad sea una meta o estado constante sino mas bien un regalo fugaz, pequeños instantes, mariposas aparecidas en momentos preciados.

1 Comments:

At 10:57 PM, Blogger artichoke lab said...

y si... duele crecer, duele desde los huesos hasta los suños...recuerdo que tenia prisa por crecer...no se por que tanta prisa.tuvieron que pasar 28 años para darme cuenta que ha habido mucha distraccion que ha inivido mi intuicion. eso es lo que mas extraño, ahora en mi legitima vida adulta.aCa.

 

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