Dulcinea tambien tenia el pechito blanco y la espalda atigrada. Era una gata preciosa y esbelta y muy buena cazadora tambien. Un dia aparecio de la nada sobre mi cama de mi cuarto en la Molina, cuando yo tendria unos 10 aƱos o menos. La quise tanto. Andaba libre pero volvia a mi cama de vez en cuando como a descanzar de las peleas callejeras y los encontrones con los machos. Tuvo muchos hijitos eso si, era dificil distribuirlos por ahi. Un dia desaparecio asi como llego. Ayer llego Kiwicha a mi cuarto de Brooklyn. Ella tambien tiene el pecho blanco y la espalda atigrada, esta mas chiquita y operada, pero tambien se emociona buscando roedoras y se queda mirando por la ventana alerta a lo que se mueva. Todo parece que viene y va. Y mi querida amiga de las letras, ahorita me doy cuenta de que el tiempo vivido no es lineal como todo nos quiere indicar, asi uno se reencuentra con amores pasados, asi hay algunas relacionas que requieren de lapsos largos para resolverse, y que lo doloroso se asienta en el fondo, mientras lo lindo nos hace flotar.
2 Comments:
que viva kiwichi!!!!!! viva, viva, viva
Lo mejor es que Kiwicha va a dormir contigo en las noches.
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